Somos criaturas con una sensibilidad especial al futuro. Con esta sensibilidad nos abrimos al mundo, al otro, moldeando así nuestros propios horizontes. Lo que nos une está permeado por esta sensibilidad por el mañana. Por todo lo que podemos hacer juntos. Somos criaturas que sabemos confiar, que nacemos para confiar. Es nuestra manera de relacionarnos entre nosotros, con el cambio, con la incertidumbre. Con nuestra confianza palpamos el futuro, surcamos sus cavidades invisibles hechas de promesas y traiciones. Sin confianza, el futuro se encoge dejándonos aislados en un presente sin perspectiva.
En estos momento de especial incertidumbre, es cuanto más necesitamos agudizar nuestra sensibilidad al futuro. Hemos de ser virtuosos de la confianza. Es por esto, que en este Pechakucha queremos sumergirnos en la confianza, en su fuerza y su vulnerabilidad, en sus promesas y sus traiciones. Porque solo con la confianza podremos conectar, aprender, crecer y crear. Solo con la confianza podremos tocar el futuro.